Campana di Huesca: differenze tra le versioni

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Già nel {{maiuscoletto|xix}} secolo, il tema fu ripreso con mentalità [[Letteratura spagnola#Romanticismo|romantica]] ne ''[[El rey monje]]'' (''Il re monaco''), messa in scena il 18 dicembre 1837 da [[Antonio García Gutiérrez]], che aveva già raccolto il suo grande successo con un'altra opera di tema aragonese, ''[[El trovador]]'' (''Il trovatore''). Ciò che interessa sottolineare a García Gutiérrez è l'oscurità dei chiostri conventuali, il conflitto morale e la trasgressione della dispensa dal suo celibato per procreare la regina erede, il monaco spinto a commettere l'orribile crimine, e la rivendicazione della ribellione contro la monarchia, in un'impostazione opposta a quella dell'opera di Lope.
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La posterior trayectoria de la leyenda llega de la novela de aventuras románticas, en la pluma del prolífico [[Manuel Fernández y González]], novelista de gran popularidad, que escribió ''Obispo, casado y rey. Crónicas de Aragón.'' (Granada, 1850), obra que [[Alborg]] califica de meritoria. Dos años después, un joven [[Antonio Cánovas del Castillo]] hacía sus pinitos en la novela histórica decimonónica con ''La campana de Huesca: (crónica del siglo {{versalita|xii}})'', una obra de escasa enjundia literaria.{{Harvnp|Laliena Corbera|2000|p=31}}
 
La traiettoria successiva della leggenda arriva dal romanzo di avventure romantiche, nella penna del prolifico [[Manuel Fernández y González]], romanziere di grande popolarità, che scrisse ''Obispo, casado y rey. Crónicas de Aragón'' (''Vescovo, sposato e re. Cronache d'Aragona'', Granada, 1850), opera che [[Juan Luis Alborg]] qualifica come meritoria. Due anni dopo, un giovane [[Antonio Cánovas del Castillo]] faceva i suoi primi passi nel romanzo storico ottocentesco con ''La campana de Huesca: (crónica del siglo {{maiuscoletto|xii}})'' (''La campana di Huesca: cronaca del {{maiuscoletto|xii}} secolo''), un'opera di scarso valore letterario.<ref>{{cita|Laliena Corbera, 2000|p. 31}}.</ref>
En 1851 el escritor [[Eduardo Maroto]] publicó la obra ''La Campana de Huesca, drama en cuatro actos original y verso'', obra que recibió unas críticas pésimas. Una década más tarde, en 1862, el autor albaceteño [[Joaquín Tomeo y Benedicto]], que desempeñó los cargos de periodista y archivero en Zaragoza, redactó el drama en tres actos titulado ''La Campana de Huesca''. Se trata de una obra hoy casi olvidada que surgió de su afición a los temas históricos de carácter aragonés.
 
Nel 1851 lo scrittore [[Eduardo Maroto]] pubblicò l'opera ''La Campana de Huesca, drama en cuatro actos original y verso'' (''La Campana di Huesca, dramma in quattro atti originale e in versi'', opera che ricevette pessime critiche. Un decennio più tardi, nel 1862, l'autore albacetense [[Joaquín Tomeo y Benedicto]], che svolse gli incarichi di giornalista e archivista a Saragozza, redasse il dramma in tre arti intitolato ''La Campana de Huesca''. Si tratta di un'opera oggi quasi dimenticata che sorse dalla sua passione per i temi storici di carattere aragonese.
La leyenda aparece mencionada en ''La Regenta'' de [[Leopoldo Alas]] "Clarín", una de las novelas más importantes de la literatura española, publicada entre 1884 y 1885: "-Quiero decir que Anita es muy cavilosa, como todos sabemos- y seguía bajando la voz, y los demás acercándose, hasta formar un racimo de cabezas, dignas de otra ''Campana de Huesca''."
 
La leyendaleggenda apareceappare mencionadamenzionata enne ''La Regenta'' de(''La reggente'') di [[Leopoldo Alas]] "«Clarín"», unauno dedei lasromanzi novelaspiù másimportanti importantes de ladella literaturaletteratura españolaspagnola, pubblicata publicadatra entreil 1884 ye il 1885: "«-Quiero decir que Anita es muy cavilosa, como todos sabemos - y seguía bajando la voz, y los demás acercándose, hasta formar un racimo de cabezas, dignas de otra ''Campana de Huesca''."» («Voglio
Ya a finales del {{versalita|xix}}, y en abierta crítica de la monarquía como símbolo de ideas reaccionarias, escribe [[Ángel Guimerá]] su obra ''Rei i monjo'' (Barcelona, 1890), obra menor dentro de su producción dramática.
dire che Anita è molto cavillosa, come tutti sappiamo - e continuava abbassando la voce, e gli altri ad avvicinarsi, fino a formare un grappolo di teste, degne di un'altra ''Campana di Huesca''.»)
 
Già alla fine del {{maiuscoletto|xix}} secolo, e in aperta critica della monarchia como simbolo di idee reazionarie, [[Ángel Guimerá]] scrive la sua opera ''Rei i monjo'' (''Re e monaco'', Barcelona, 1890), opera minore dentro la sua produzione drammatica.
En 1912 [[Juan Redondo y Menduiña]] compuso una zarzuela en un acto y en verso, dividida en tres cuadros titulada ''La Campana de Huesca''.
 
EnNel 1912 [[Juan Redondo y Menduiña]] compusocompose una ''[[zarzuela]]'' enin un actoatto ye enin versoversi, divididadivisa enin trestre cuadrosquadri tituladaintitolata ''La Campana de Huesca''.
[[Ramón María del Valle Inclán]], en su novela ''La Corte de los Milagros'' (1927), alude a la leyenda en este fragmento: "-Si se ponen pelmas y lo echan por la tremenda no estarán mal en escabeche con todos ellos. Pero había de ser con todos. Inflose fantasmón el Señor Conde de Cheste: -Haremos una nueva representación de la Campana de Huesca."
 
[[Ramón María del Valle -Inclán]], ennel susuo novelaromanzo ''La Corte de los Milagros'' (''La corte dei miracoli'', 1927), aludeallude aalla laleggenda leyendain enquesto este fragmentoframmento: "-«Si se ponen pelmas y lo echan por la tremenda no estarán mal en escabeche con todos ellos. Pero había de ser con todos. Inflose fantasmón el Señor Conde de Cheste: - Haremos una nueva representación de la Campana de Huesca."»
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Quien ha renovado en el siglo {{versalita|xx}} la vigencia de las significaciones de la leyenda del rey Ramiro ha sido [[Francisco Ayala]], que incluye entre los relatos de una de sus obras cimeras, ''[[Los usurpadores]]'' (1949), el breve e intenso retrato psicológico «La campana de Huesca», que supone una profunda reflexión sobre la idea del poder como usurpación ilícita del hombre sobre el hombre y que indaga en los móviles de la tradición y de la sangre, la responsabilidad de la continuación de la dinastía y la atracción final hacia un destino, en principio evitado mediante la vida monástica, pero fatalmente impuesta por la llamada del deber real tras la muerte de los monarcas que le antecedían en la línea sucesoria y la voluntad de [[Alfonso I el Batallador]] en su «testamento asombroso», que provoca un grave conflicto sucesorio resuelto con sañosa determinación por el rey Ramiro.