La campana di Huesca (José Casado del Alisal): differenze tra le versioni

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{{Vedi anche|Campana di Huesca}}[[File:Remiro II d'Aragón.jpg|245px|miniatura|''Ramiro II d'Aragona'', di [[Manuel Aguirre y Monsalbe]]. Ca. 1851-1854. ([[Provincia di Saragozza|Deputazione provinciale di Saragozza]]).]]
dopo il decesso di [[Alfonso I d'Aragona]], che scomparve nel 1134 senza aver lasciato discendenza, ereditò il [[Regno d'Aragona]] suo fratello [[Ramiro II d'Aragona|Ramiro II]], [[Diocesi di Barbastro-Monzón|vescovo di Roda-Barbastro]], malgrado Alfonso I avesse lasciato il regno nel suo testamento agli ordini militari del [[Cavalieri templari|Tempio]], dell'[[Cavalieri ospitalieri|Ospedale]] e del [[Cavalieri del Santo Sepolcro|Santo Sepolcro]].<ref>{{cita|Lapeña Paúl, 2009|p. 7}}.</ref> Ma il testamento di Alfonso I fu ignorato,<ref>{{cita|Ferrandis Poblaciones, 2011|pp. 19-20}}.</ref> malgrado le pressioni del papa [[Innocenzo II]], e le città e i nobili aragonesi appoggiarono la candidatura di Ramiro II al trono, mentre i Pamplonesi e i Navarrini optarono per sostenere [[García Ramírez de Pamplona]], che era pronipote del re [[García Sánchez III di Pamplona]].<ref>{{cita|Lapeña Paúl, 2009|p. 8}}.</ref> E in questo contesto si svilupparono i fatti storici, avvenuti tra il 1135 e 1136, che poterono dare origine alla leggenda della campana di Huesca.<ref>{{cita|Ferrandis Poblaciones, 2011|pp. 20-21}}.</ref>
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La ''[[Crónica de San Juan de la Peña]]'', escrita en el siglo XIV, afirma que, estando Ramiro II preocupado por la desobediencia de sus nobles envió un mensajero a su antiguo maestro, el abad del [[monasterio de San Ponce de Tomeras]], a fin de solicitar el consejo de su abad, y éste llevó al mensajero al huerto y cortó unas coles que sobresalían por encima de las demás y, a continuación, el abad ordenó al mensajero que repitiera al rey el gesto que había visto. También consta en dicha crónica que el rey convocó Cortes e hizo llamar a los principales nobles para que acudieran a [[Huesca]], con la excusa de hacer una campana que se oiría en todo el reino, y cuando llegaron, ordenó decapitar a los nobles más destacados,{{Harvnp|Ferrandis Poblaciones|2011|p=20}} sofocando con ello la revuelta. Y el pasaje relatado en la ''Crónica de San Juan de la Peña'', en versión aragonesa, afirma que:
 
La ''[[Cronaca Piniatense|Cronaca di San Juan de la Peña]]'' o ''Cronaca Piniatense'' (''Crónica de San Juan de la Peña''), scritta nel XIV secolo, afferma que, essendo Ramiro II preoccupato per la disobbedienza dei suoi nobili, inviò un messaggero al suo antico maestro, l'abate del [[monastero di San Ponce de Tomeras]], al fine di chiedere il suo consiglio. L'abate portò il messaggero nell'orto del monastero e tagliò alcuni alcuni cavoli che sporgevano sugli altri e, in seguito, ordinò al messaggero di ripetere al re il gesto che aveva visto. Nella suddetta cronaca risulta anche che il re convocò le ''Cortes'' (il Parlamento del Regno d'Aragona) e fece chiamare i principali nobili perché si presentassero a [[Huesca]], con la scusa di voler fare una campana che si sarebbe udita in tutto il regno, e quando arrivarono, ordinò di decapitare i nobili di maggior spicco,<ref>{{cita|Ferrandis Poblaciones, 2011|p. 20}}.</ref> soffocando con ciò la rivolta. E il brano narrato nella ''Cronaca di San Juan de la Peña'', in versione aragonese, afferma che:
{{Cita|Et aquesti don Remiro fue muyt buen rey et muyt francho a los fidalgos, de manera que muytos de los lugares del regno dio a nobles et cavalleros; et por esto no lo precioron res, et fazían guerras entre si mismos en el regno et matavan et robavan las gentes del regno, et por el rey que non querían cessar aquesto; et fue puesto en gran perplexidat cómo daría remedio a tanta perdición del su regno, et non osava aquesto revelar a ninguno. Et por dar remedio al su regno embió un mensagero al su monasterio de Sant Ponz de Tomeras con letras al su maestro, clamado Forçado, que era seydo porque yes costumbre et regla de monges negros que a todo novicio que era en la orden dan un monge de los ancianos por maestro, et según la persona de aquesti don Remiro que merecía dieronli el maestro muyt bueno et grant et savio, en las quales letras recontava el estamiento del su regno et mala vida que passava con los mayores del su regno, rogándole que le consellasse lo que faría; el maestro con grant plazer que havía, recebidas las letras, pensó que sería irregular si le consellava que fizies justicia, clamó el mensagero al huerto en el qual havía muytas coles et sacó un gavinet [sic] que tenía et, teniendo la letra en la mano et leyendo, talló todas las colles mayores que yeran en el huerto et fincoron las solas chicas, et dixole al mesagero: "Vete al mi sennor el rey et dile lo que has visto, que no te do otra respuesta". El qual mesagero con desplazer que respuesta non le havía dada, vinose al rey et recontole que respuesta ninguna non le havía querido fazer, de la qual cosa el rey fue muit despagado, pero quando contó la manera que havía visto, pensó en si mesmo quel huerto podía seer el su regno, las colles yeran las gentes del su regno, et dixo: "Por fer buenas colles, carne y a menester". Et luego de continent envió letras por el regno a nobles, cavalleros et lugares que fuessen a cortes a Huesca, metiendo fama que una campana quería fazer en Huesca que de todo su regno se oyesse, que maestros havía en Francia que la farían; et aquesto oyeron los nobles et cavalleros dixeron: "Vayamos a veer aquella locura que nuestro rey quiere fazer", como aquellos que lo preciavan poco. Et quando fueron en Huesca, fizo el rey parellar ciertos et secretos hombres en su cambra armados que fiziessen lo quél les mandaría. Et quando venían los richos hombres, mandavalos clamar uno a uno a consello et como entravan, assí los mandava descabeçar en su cambra; pero clamava aquellos que le yeran culpables, de guisa que XIII richos hombres et otros cavalleros escabeçó ante que comies, et avría todos los otros cavalleros assí mesmo descabezados sinon por qual manera que fue que lo sintieron que yeran de fuera et fuyeron; de los quales muertos ende havía los V que yeran del linage de Luna, Lop Ferrench, Rui Ximenez, Pero Martinez, Ferrando et Gomez de Luna, Ferriz de Liçana, Pero Vergua, Gil d'Atrosillo, Pero Cornel, García de Bidaure, García de Penya et Remón de Fozes, Pero de Luesia, Miguel Azlor et Sancho Fontova cavalleros. Et aquellos muertos, no podieron los otros haver que yeran foydos, sosegó su regno en paz.|Carmen Orcástegui Gros (ed. lit.),[http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/10/06/7orcastegui.pdf ''Crónica de San Juan de la Peña'' (Versión aragonesa)], en ''Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 51-52'', Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1985, pp. 468-469}}
 
{{CitaCitazione|Et aquesti don Remiro fue muyt buen rey et muyt francho a los fidalgos, de manera que muytos de los lugares del regno dio a nobles et cavalleros; et por esto no lo precioron res, et fazían guerras entre si mismos en el regno et matavan et robavan las gentes del regno, et por el rey que non querían cessar aquesto; et fue puesto en gran perplexidat cómo daría remedio a tanta perdición del su regno, et non osava aquesto revelar a ninguno. Et por dar remedio al su regno embió un mensagero al su monasterio de Sant Ponz de Tomeras con letras al su maestro, clamado Forçado, que era seydo porque yes costumbre et regla de monges negros que a todo novicio que era en la orden dan un monge de los ancianos por maestro, et según la persona de aquesti don Remiro que merecía dieronli el maestro muyt bueno et grant et savio, en las quales letras recontava el estamiento del su regno et mala vida que passava con los mayores del su regno, rogándole que le consellasse lo que faría; el maestro con grant plazer que havía, recebidas las letras, pensó que sería irregular si le consellava que fizies justicia, clamó el mensagero al huerto en el qual havía muytas coles et sacó un gavinet [sic] que tenía et, teniendo la letra en la mano et leyendo, talló todas las colles mayores que yeran en el huerto et fincoron las solas chicas, et dixole al mesagero: "Vete al mi sennor el rey et dile lo que has visto, que no te do otra respuesta". El qual mesagero con desplazer que respuesta non le havía dada, vinose al rey et recontole que respuesta ninguna non le havía querido fazer, de la qual cosa el rey fue muit despagado, pero quando contó la manera que havía visto, pensó en si mesmo quel huerto podía seer el su regno, las colles yeran las gentes del su regno, et dixo: "Por fer buenas colles, carne y a menester". Et luego de continent envió letras por el regno a nobles, cavalleros et lugares que fuessen a cortes a Huesca, metiendo fama que una campana quería fazer en Huesca que de todo su regno se oyesse, que maestros havía en Francia que la farían; et aquesto oyeron los nobles et cavalleros dixeron: "Vayamos a veer aquella locura que nuestro rey quiere fazer", como aquellos que lo preciavan poco. Et quando fueron en Huesca, fizo el rey parellar ciertos et secretos hombres en su cambra armados que fiziessen lo quél les mandaría. Et quando venían los richos hombres, mandavalos clamar uno a uno a consello et como entravan, assí los mandava descabeçar en su cambra; pero clamava aquellos que le yeran culpables, de guisa que XIII richos hombres et otros cavalleros escabeçó ante que comies, et avría todos los otros cavalleros assí mesmo descabezados sinon por qual manera que fue que lo sintieron que yeran de fuera et fuyeron; de los quales muertos ende havía los V que yeran del linage de Luna, Lop Ferrench, Rui Ximenez, Pero Martinez, Ferrando et Gomez de Luna, Ferriz de Liçana, Pero Vergua, Gil d'Atrosillo, Pero Cornel, García de Bidaure, García de Penya et Remón de Fozes, Pero de Luesia, Miguel Azlor et Sancho Fontova cavalleros. Et aquellos muertos, no podieron los otros haver que yeran foydos, sosegó su regno en paz.|Carmen Orcástegui Gros (ed. litlett.),[http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/10/06/7orcastegui.pdf ''Crónica de San Juan de la Peña'' (VersiónVersione aragonesaaragonese)], enin ''Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 51-52'', ZaragozaSaragozza, Institución «Fernando el Católico», 1985, pp. 468-469}}
Una vez ejecutados, las cabezas de los nobles fueron colocadas en forma de círculo y la cabeza del [[obispo de Huesca]], el más señalado de los rebeldes, fue colgada en el centro a modo de badajo de la campana. Posteriormente, el rey dejó entrar a los otros nobles en dicha sala para que contemplaran la campana y escarmentaran. En el [[Museo Provincial de Huesca]], que antiguamente era el palacio de los Reyes de Aragón, hay una sala, conocida como ''Sala de la Campana'', en la que se afirma que sucedieron los hechos descritos en la leyenda. Por otra parte, diversos historiadores destacan que Ramiro II fue «un rey singular», ya que al contrario que la mayoría de los monarcas, abandonó el poder mientras vivía y, aunque conservó el título de rey hasta su muerte, se retiró al [[monasterio de San Pedro el Viejo]] de Huesca, y falleció en 1157 en dicha ciudad.{{Harvnp|Lapeña Paúl|2009|p=9}}
 
Una volta giustiziati, le teste dei nobili furono collocate a forma di cerchio e la testa del [[Diocesi di Huesca|vescovo di Huesca]], il più insigne dei ribelli, fu appesa al centro a mo' di battaglio della campana. Successivamente, il re fece entrare gli altri nobili nella suddetta sala perché contemplassero la campana e imparassero la lezione. Nel [[Museo Provinciale di Huesca]], che anticamente era il palazzo dei re d'Aragona, vi è una sala, conosciuta come ''Sala della Campana'', nella quale si afferma che successero i fatti descritti nella leggenda. D'altra parte, diversi storici mettono in risalto che Ramiro II fu «un re singolare», giacché al contrario della maggioranza dei monarchi, abbandonò il potere mentre viveva e, anche se conservò il titolo di re fino alla sua morte, si ritirò nel [[monastero di San Pedro el Viejo]] di Huesca, e scomparve nella suddetta città nel 1157.<ref>{{cita|Lapeña Paúl, 2009|p. 9}}.</ref>
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=== La leyenda de la campana de Huesca en la historiografía actual ===
En opinión de diversos autores, la leyenda de la campana de Huesca no debe ser considerada como un relato histórico, sino simplemente como uno «de carácter literario o erudito»,{{Harvnp|Ferrandis Poblaciones|2011|p=21}} ya que contiene numerosas similitudes con otros relatos legendarios del mundo clásico, como el protagonizado por [[Sexto Tarquinio]], hijo del rey [[Tarquinio el Soberbio]], que fue recogido por el historiador romano [[Tito Livio]],{{Harvnp|Ferrandis Poblaciones|2011|p=21}} o el que tuvo como protagonistapr.otagonista al segundo [[tirano]] de [[Corinto]], [[Periandro]], que fue uno de los [[Siete Sabios de Grecia]].{{Harvnp|Romeo Pallás|1989|p=557}} Y otros escritores del [[mundo grecorromano]], como [[Aristóteles]], [[Dionisio de Halicarnaso]], [[Plutarco]], [[Ovidio]] o [[Valerio Máximo]], también recogieron algunos de esos relatos.{{Harvnp|Lapeña Paúl|2009|pp=8-9}}[[Archivo:Los nobles aragoneses. Detalle de La Campana de Huesca (José Casado del Alisal).jpg|255px|thumb|Detalle del cuadro. Los nobles aragoneses contemplan horrorizados la campana de Huesca.]]
 
Y otros autores destacan también que la leyenda de la campana de Huesca es solamente una de las múltiples narraciones en las que se emplea ''el consejo enigmático'', es decir, el consejo en forma de adivinanza que un individuo ofrecía a otro para ayudarle a eliminar a sus adversarios.{{Harvnp|Garrosa Gude|2007-2008|pp=241-242}} Y el filólogo e historiador [[Alberto Montaner Frutos]] destaca que la leyenda de la campana es una alegoría de la ''[[Razón de Estado]]'', al igual que la protagonizada por el hijo del rey Tarquinio el Soberbio y recogida por Tito Livio,{{Harvnp|Montaner Frutos|2007-2008|p=251}} y que las semejanzas entre ambos relatos fueron ya consignadas por el historiador [[Jerónimo Zurita]].{{Harvnp|Montaner Frutos|2007-2008|pp=261-263}}